Señoras y señores, niños y niñas, gatos, perros y demás mascotas del mundo, lo he hecho. Sé que no me vais a creer, que incluso recibiré algunas denuncias por injurias y/o calumnias, pero os prometo que es verdad y tengo pruebas. He hecho galletas y me han salido blanditas. BLANDITAS.
Es cierto que voy a perder a muchos clientes, como los estudiantes universitarios que se las llevaban para tirárselas a los policías en las manifestaciones o los joyeros que las usan para cortar diamantes, pero he de correr el riesgo.
El caso es que entre ayer y hoy he cocinado las famosísimas chocolate crinckle cookies, conocidas en España como las galletas blanco & negro. Esta vez he utilizado las medidas en vasos ( el tamaño es el de los vasos pequeños de Nutella) para que sea más fácil para los que no tienen vaso medidor. Estoy orgullosísima de ellas, así que espero que las preparéis.
¡Vamos allá!
Ingredientes:
- Extracto de vainilla
- 2 huevos
- 1/4 de cucharadita de sal
- 1 cucharadita de levadura
- 3/4 vaso de azúcar blanco
- 1/2 vaso de cacao en polvo ( mejor sin azucar, en caso de tenerla, reducir la cantidad del vaso de azúcar)
- 1 vaso de harina
- 1/4 de vaso de aceite de oliva
- Extracto de vainilla
- Azúcar glass
Preparación:
La idea es bien fácil. Necesitamos dos bols: en el primero mezclamos la harina, la levadura, la pizca de sal y el cacao y las mezclamos; en el otro se bate el aceite de oliva y el azúcar blanco.Añadimos los huevos y la vainilla y volvemos a batir. Luego los mezclamos hasta que tengamos una masa más o menos homogénea, parecida a la de los brownies.
Ahora toca la parte más difícil: Tapar la masa con film transparente y dejar que repose ( y se endurezca) en el frigorífico. Si las haces por la tarde- noche, puedes dejarlo reposar hasta por la mañana, pero el mínimo son unas dos horas.Cuando pase el tiempo, precalentamos el horno a 180 grados y comenzamos con el blanco de las galletas. Llenamos el fondo de un plato hondo de azúcar glass y con la ayuda de una cucharita vamos haciendo pequeñas bolas de masa ( como cuando hacemos croquetas) y las rebozamos en azúcar. La masa es pegajosa, intentad no pringaros demasiado y que las bolas no se os peguen y que queden bien cubiertas, no seáis rácanos.
Quedará algo parecido a lo que veis, y de lo que estoy tremendamente enamorada. Están muy buenas, de verdad. El glass se deshace en la boca y saben a chocolate con un toque avainillado, os las recomiendo.
Y ya sabéis lo que os digo siempre: me encanta que comentéis vuestra receta conmigo así que si tenéis alguna duda, catástrofe o si os salen más bonitas y ricas que a mi, me lo contáis vía comentario o Twitter ( y próximamente Facebook)
Gracias por seguir ahí, y que tengáis un día maravilloso.
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